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domingo, 12 de diciembre de 2010

Promesas que no valen nada.




A veces sueño con abrir mis fauces y devorar cuánto se cruce en mi camino.
Sé que puedo, sé que con un poco de suerte la presa será la meta más grande que ponga en mi vida. Si quieres puedes.

Nada me derrumba, porque lo más importante en mi ser es prolongar esa avidez de sed de objetivos y nada me lastima. La herida que lacera mi piel se cura con mi propia saliva.
Mi guarida no tiene espacio para otro ser que no sea aquella presa que deseo encontrar en los huesos al día siguiente.

Absorbo, despellejo, asesino, devoro, enveneno, explosiono, desparramo…
Ya no hay nada que rompa mi telaraña, tejida con los ladrillos de mi interior.





Ha empezado "El Segundo Asalto".

3 comentarios:

  1. El instinto de supervivencia es lo que nos hace seguir adelante, es la lucha diaria que nos hace mas fuertes. Pero no hay que luchar solo, porque luchar solo endurece los sentimientos.

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  2. "Pero no hay que luchar solo, porque luchar solo, endurece los sentimientos."

    Y te vuelve algo más inhumano...



    Gracias por esas palabras.

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  3. LNI said "A veces sueño con abrir mis fauces y devorar cuánto se cruce en mi camino".

    Mas eso no lo considero como algo malo, sin metas, sin esa avaricia e instinto de supervivencia (como han citado tan sabiamente antes) la especie humana no hubiera progresado tanto. Personalmente sin esos instintos tampoco la gente se independizaría de su hogar y un largo etc. de ejemplos.

    (again) LNI said "Nada me derrumba, porque lo más importante en mi ser es prolongar esa avidez de sed de objetivos y nada me lastima". Personalmente creo que las mayores decepciones y lastimas de mi vida han sido por errores propios más que por actos de otras personas, por lo que eso significa que al menos no te arrepientes de nada y eso también es bueno.

    Que araña más suertuda es su merced, feliz año nuevo dicho sea de paso

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