Fría mañana de verano,
he dedicado esos momentos a mis cosas personales, otros ratos a verte
despertar.
Me mirabas mientras
cogías un cigarrillo y te lo llevabas a los labios, reinaba una paz y un
silencio tan absolutos que casi podía oír el crujido del papel prendiendo
acompasado con tu relajado corazón.
Te tomaste tu tiempo
en soltar aquella primera calada, entre tu mirada y la mía se interponía
parcialmente ese humo, ese cigarro. Solo te hizo falta alargar la mano para
acariciar desde mi tobillo hasta el muslo mientras dabas la segunda calada, no
hacía falta que dijeras nada, se veía en tus ojos que la estabas disfrutando
como si aquel humo de vicio y adicción fuera mi piel, “Que más da?” Me dijiste
aquella noche, “Quédate un rato más”, y amanecimos como la noche anterior, y la
otra, y la otra… y la otra….
“Entrégame tus labios
rotos, los quiero besar, los quiero curar, los voy a cuidar, con todo mi amor.
Es raro el amor que se te aparece cuando menos piensas. Moja el desierto de mi
alma con tu mirar, con tu tierna voz, con tu mano en mi mano, por la eternidad…”
Estás muy inspirada. Este también me ha encantado. Es muy bonito
ResponderEliminarMe gusta..
ResponderEliminar